Editorial enero 2021

Ya sé, ya sé que vamos por la segunda semana del año (¿o tercera?) y nosotros apenas estamos quitándonos los corucos de las vacaciones. Yo, en particular estuve revoloteando por los estados de Louisiana y Florida, haciendo breves paradas en playas y ciudades. Indagando, porque ustedes han de saber que parte es por relajar el pico un rato, pero la otra parte es para juntar material y tener de qué escribirles.

El maldito virus se impone y tiene cerrados varios museos en ambos estados, pero me pude colar por las rendijas en una que otra galería y algunas librerías de viejo de donde saqué buenos ejemplares. En los grafitis de Miami, en el museo de autos antiguos en Tallahasse, en el de Voodoo en New Orleans. ¿Para qué mentir? También fui a los parques temáticos de Orlando en donde las experiencias de Harry Potter y de Star Wars se superan a sí mismas. El ser humano es capaz de tantas cosas… Me relajé en las paradisíacas playas de Pensacola y Panamá City, caminé junto al río en Tampa y, en fin, que tengo tinta como para llenar un barril.

Cada una de las aves podrá contarles en qué andan. Como noticia es que esta parvada está creciendo y ahora, de los terruños del sur de América llega, como buena ave migratoria, el Biguá y para sacudir las plumas por primera vez aquí nos va a contar un paseo con los críos en un museo.

Drácula Parrot se ha puesto filosófica y está escarbando sobre los viejos tiempos, la auto confianza, y la patria, y como si se les hubiera pegado el mismo chicle en la pata o hubieran revoloteado por los mismos lugares abstractos, también Paloma se ha destintado en los murmullos mexicanos. Ya leerán su texto.

Pajuil anda en latitudes fílmicas y comienza metiendo a la jaula a Francis Lee y hay que ver que se le fue el tintero. Y nuestra querido miembro representante de la generación zeta, Cisne Z, está sacudiendo las plumas para hablarnos de quiénes son ellos, los incomprendidos Z al interior de su habitación (esa en la que parece que desplumaron avestruces).

En fin. Lecturas de todas, ligeras por si están apagados en la cuesta de enero, críticas por si quieren sacarle filo al pico, y culturales. No me salgan con que se aburren en la cuarentena, encerrados en su casa. Aquí hay entretenimiento en blanco y negro.

Atentamente,

Cacalote.

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