Por Drácula Parrot
A las aves se nos da con facilidad eso de emigrar, yo por ejemplo, he alzado vuelo y armado mi nido en diferentes lugares muchas veces, ya sea por una razón o por otra. Lo que sí les digo es que a estas alturas concluí que, al igual que mis primas de plumas más coloridas, no hay nada como el aire cálido y los climas templados, pero con esto de emprender vuelo, siempre hay un lugar memorable, que nos ata, al que siempre queremos volver y al cual podríamos llamar patria. ¿Cómo explicarles a los polluelos que todavía no vuelan muy lejos del nido, qué es eso?
Las fiestas patrias son coloridas y alegres, llenas de folklore, de los colores de la bandera, de música. Conectamos con el himno nacional, pero ¿qué es la patria? Quizás para muchas personas la respuesta es sencilla y practica: “es el lugar donde nací, el lugar en donde crecí”. De manera oficial y formal es correcta esta respuesta, pero el concepto de patria entraña un valor más profundo y noble del que a diario, se le hace mención. En la distancia, cuando vives lejos del país en donde naciste, esta pregunta y su respuesta adquieren muchos matices.
Algunos dirán que Patria es la tierra de nuestros padres, el lugar de nuestros antepasados. La patria simboliza la raíz de la cultura en la que crecemos y nos educamos. Que patria es la tierra del hogar, el lugar de donde se proviene.
Cuando alguien en la distancia añora a la patria, no está pensando en la bandera, ni en los símbolos o el escudo, sino en el barrio en el que creció, incluso en una cuadra específica, en el sillón en que acostumbraba a sentarse, en la banca de su parque, o en la arboleda, el camino por donde antes se desplazaba, los olores que salían de las casas al medio día, los sabores en la mesa, el color de sus montañas, ríos, valles o playas. La música se oía en la radio en la infancia o adolescencia y las canciones que cantaba en el colegio o en la iglesia.
El ser humano promedio (y también las aves y algunos animales) siente que pertenece a un sitio determinado, o que ese sitio le pertenece; y en la distancia, lo añora con mayor o menor intensidad. Patria es un concepto subjetivo y de experiencias, son aquellas memorias ligadas a sentimientos, que nos llevan al lugar y entorno donde hemos nacido y donde nos hemos criado. Para mí la patria está dividida en varios países: es mi familia extendida repartida por todas partes, mi casa de la infancia en Bogotá, pero también mi escuela de monjas en Caracas, las fiestas de la adolescencia, bailando merengue y salsa, mis maestros, mis amigos de la U de Ciudad de México. Todos con sus maneras sus de hablar; sus dichos. El lenguaje, el acento compartido es el sonido de mi patria.
La patria de cada uno está en los espacios entrañables que se vinculan con los recuerdos, con los afectos. Es el amor a la herencia que nos ha sido otorgada por nuestros ancestros y que tenemos el compromiso de enriquecer para dejar, en manos de las generaciones venideras. Que serán quienes aprecien nuestro legado.
Es así como el concepto de patria encierra en ello la esencia de un individuo y de un pueblo. Es la identidad humana, que distingue a los habitantes de un país y que proviene de sus raíces. Patria es la manifestación humana del lugar del en que se vive.
En este mundo globalizado y en donde las distancias se acortan y las fronteras se borran, en donde el tejido huichol de una camisa puede estar hecho en china o conseguir en un supermercado en Dubái el exótico maracuyá de sur América y alfajores argentinos, casi se podría decir que “somos ciudadanos del mundo”, y aunque se pueda comer sancocho colombiano en “el Bronx’ o chupe peruano “East LA” y sea necesario estar atento en aprender las riquezas de otras naciones, es también indispensable estar consciente de quienes somos y de dónde venimos. Del amor a nuestra tierra y en ello evocar las costumbres y los valores que se reflejan en el arte, en el trabajo, en las historias, en el pensamiento, en el genio, en la religión y en el temperamento del pueblo del cual provenimos, para convivir y compartir con los demás.
Según la definición del diccionario Patria se designa a la tierra natal o adoptiva a la que un individuo se siente ligado por vínculos de diversa índole. Siendo la Patria un sentimiento, una persona puede adoptar una patria distinta que aquella en la que nació.
Para los que estamos lejos del lugar donde nacimos, patria es también es el lugar donde podemos ganarnos la vida, crecer, estudiar, evolucionar, en donde nos sentimos bien y podemos mantener a la familia, donde pueden desarrollarse nuestros hijos y en resumidas cuentas donde se es feliz.
Cuantas veces nos gana la nostalgia, la añoranza por los que están lejos o los paisajes y olores de “allá”, del otro lugar y nos sentimos sin dueño y sin rumbo, con ganas de agarrar la maleta y volver, de decirle a los otros lo difícil que es la distancia y que no siempre te la pasas mejor del otro lado, como muchos creen.
Hace poco regresé de vacaciones en mi país y en el aeropuerto de Houston vi un letrero que decía “Welcome Home” (las aves también tenemos que pasar migración y aduana, aunque no lo crean) entonces, me di cuenta de que aquí también era “Home”, no sólo porque tengo una casa con una dirección de esta ciudad, sino porque en este lugar están mis hijos, mis perros, mis otros amigos, mi trabajo y sobre todo porque aquí soy feliz.